Si tuviera ganas de escribir escribiría en la punta del pezón rosado
que no es otra cosa que la más grande esperanza que tengo de vida
y no me dan ganas para lo que no quiero,
pero me quedaran ganas para dar de deber a esos tipos que me piden que les tome el bocado lleno de maldiciones que nos dejan
Por eso recorro el día, piso a la muerte, llevo la pluma a todos lados y recorro otros mares que me den más asco, me derrumbo y creo que la única salida es dejar todo como si no lo hubiéramos tocado, porque no sirve mas que para darnos cuenta de cuan grande va a ser el pie que nos hunda
pero saco la pluma y escribo para formar de nuevo un mundo, desde la aureola de un pezón donde se ve el mar...
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