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Monólogo a mi muerte y un futuro incierto

Mis malos recuerdos me atribuyen todo, aún solo, sé lo que dicen de mi y adivino lo que inventan, no es diferente.
Tome el papel de un villano reputado, lo acepto. Nunca me va a conmover el deseo de venganza, yo se la verdad y todos los que comen esa verdad, solo van al río y no conocen el mar. Sin embargo con tan exacta sensatez no puedo escapar a esta anacoreta.
No me lamento las tardes pero los días se han ido contando uno a uno en la edad. Pronto tendré que decir todo. Por no quererlo olvidar. El porque me escondo en esta tinaja, de paredes deslavadas. Por que cubro mi ventana y agacho mi cabeza para que el mito de un mundo, sea lo que toque el sol y no la verdad que se encierra en los ojos.
Necesito comer; tengo hambre, ya no es algo nuevo. Estoy acostumbrado a marearme y dejar mi cuerpo en las paredes. Ya no subsisto a un esfuerzo más.
Nadie lo entiende, yo sé que nadie lo entiende. He estado tentado a pedir perdón.
Mi cuerpo y alma pagan una condena reprobable, por un juzgado ético y desconocido.
>Hago una aclaración.<
La cárcel de la verdad esta en la aceptación. Cuantos pecan por dictarse ciertos. Y vienen triunfantes en diferentes casos; tomados de la mano de una minifalda, tragándose las hojas de los libros, sobresaliendo de los que tiene miedo a morir de hambre.
Me conformo en dos dimensiones; la verdad y la mentira. Sin punto exacto desafortunadamente. Es aquello existente y vano nunca sub-secuente.

Mi imaginación se subdivide y parte de ella: nada en el aire, otra respira del océano. Pronto se va desaparecer, pero no puedo vencerme; no tengo miedo al hambre, ni a mi imaginación, ni a este daño, ni a las cenizas que me quedan.
Antes de morir que sepan lo que han formado, ríos de la lava que vienen por nosotros, la ficción es el miedo y el futuro genera desconfianza.
Yo se los digo la; verdad se mosquea, ni el pan que nos nutre es semejante al ayer.
Quizá sea, la ultima vez que mi mente contenga a la razón. Es la última esperanza para un mundo ciego y quizás no merezcan más.

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